Haydee Mera Colihuechún: “De la mapu vivimos, de la tierra, del ko”

Por CoRAMM. La lagmien Haydee Mera Colihuechún es presidenta de la Comunidad Indígena de Popoén, ubicada a 40 kilómetros al noroeste de Osorno, en la zona rural de la comuna de San Juan de la Costa, Provincia de Osorno, Región de Los Lagos. En 2021, esta comunidad fue afectada por la aplicación de pesticidas por la Forestal Anchile, lo que afectó la salud humana y medioambiental, movilizando a la comunidades Mapuche Williche del territorio que actualmente reivindican aproximadamente 500 hectáreas.

Nos recibe en su casa de trabajo, donde realiza la práctica de componedora de huesos y donde atiende a personas afectadas por distintos problemas de salud. Nos espera para almorzar y realizar la entrevista.

¿Se puede presentar por favor?

Mari mari com pu che, soy Haydee Mera, soy dirigenta de la Comunidad Indígena de Popoen, comuna de San Juan de la Costa, soy Lawentufo y componedora de huesos y soy presidenta de mi comunidad de Popoén.

¿Cómo fue su crianza?

Mire, yo soy nacida y criada en el sector Popoén, me crié con mi madre, que era componedora, con mi abuela. Ella era médica, entonces sé mucho de la medicina ancestral, medicina cultural, porque la medicina de nosotros es una cultura. La medicina nosotros la preparamos para poder sanar a las personas, según las enfermedades que las personas tengan. Y yo soy componedora de huesos, porque mi madre me dejó ese don a mí. Yo veo a la persona con mi mano, solamente con mi mano. Yo paso mi mano y sé lo que tienes en tu cuerpo, sé dónde está la fractura, sé dónde está quebrado, sé cuándo el hombro está salido. Sé dónde el nervio ciático está pegado y hasta dónde está pegado. Todo eso lo sé yo, entonces ese don lo tengo yo en mi, ¿me entiende?

¿Usted lo aprendió de su madre?, ¿se lo transmitió en el diario vivir?, ¿y su madre lo aprendió de su abuela?

Fue de generación en generación. Mi abuela le enseñó a mi madre, y mi madre me enseñó a mí. Me dijo “tu vas a hacer la segunda huesera”, pero yo nunca lo había hecho, pero ¿sabe qué? No fue nada difícil, porque el don lo tenía. Y cuando la persona tiene ese don, tú arreglas una rodilla en dos tiempos. En dos tiempos arreglas un tobillo, no es difícil para nada, una muñeca, un codo, todo lo arreglas tú, en dos tiempos. E inclusive, cuando uno tiene ese don, es mucho más fácil aprender, porque el aprender significa que tú puedes aprender a arreglar un hueso, pero no vas a tener el don que tengo yo

¿Nos puede contar un poco más?, ¿usted observaba a su madre cuando trabajaba?

Yo observaba mucho a mi madre cuando trabajaba. Hasta cierta edad, vivió mi abuela, después ella se fue a la Wenumapu, y después ya quedó mi mamita, y de ahí quedé yo, viviendo con ella y ella me enseñó esto a mí. Ella me dijo “tú vas a hacer lo que yo hago”, y tengo una nieta elegida, a la última de mi hijo, esa hace todo lo que yo hago y ella nunca me ha visto trabajar. Un día, llegó mi nieto, llegó cansado, y le dije “esta te va a hacer masaje” y se paró en el banquito, y sabe que ella hizo exactamente lo que yo hago, por eso se que es elegida. Tanteó toda la espalda así, y le dijo: “tienes inflamado, donde viniste mucho sentado” le dijo.

¿Usted desde qué edad se dedica a esto?

Desde los 10 años. Ahora salimos declaradas no más, salimos a la vista, como se dice. Desde el 2010, empezamos a ser vistos que trabajamos en esto. Desde el 2010, en el Cesfam de Puaucho, empezamos a tener reuniones y más reuniones, y empezamos a trabajar con el PEP, con la medicina, con la otra y con la medicina de nosotros, entonces ahí comenzó a complementarse. Y ahí empezamos a trabajar, porque de primera, nos querían hacer trabajar en los hospitales, y yo dije, “no, porque yo quiero trabajar en mi casa”, porque uno en su casa trabaja mejor, y tú haces las cosas bien, y por eso mucha gente que llega acá, yo lo sano, se sanan.

Y también a veces puede pasar, ser parte de un negocio también por las materias primas que cada uno tiene y los otros también, los que viven cerca del mar a utilizar lo que son las algas, que también hago yo con algas, porque tienen alto poder del tema de lo que es un rico fertilizante. No estoy cerca del mar, pero también salimos a buscar algas para hacer esos fertilizantes a base de algas.

Así que bueno, todo eso nosotros también lo enseñamos en los temas de talleres, tanto acá mismo en el predio que hacemos los talleres o también salgo yo a terreno, ahí ordeno mis tiempos y veo cómo lo hago para poder salir a enseñar. Igual con los colegios que también hemos aportado en enseñarle también a algunos colegios que están interesados en los temas, lo apoyamos también en eso.

El tema de la hortaliza en general, que también la llevamos tanto para la casa primero como para poder también vender y acá mismo en el sector que vendemos que vienen a comprar.

¿Por qué se ha tenido que desarrollar un trabajo de rescate de las semillas, qué ha ocurrido que se ha tenido que llegar a hacer estos rescates?

Más que el rescate ha sido un tema de que antiguamente eso se hacía. Hoy día es como rescatar esa parte, porque por las vivencias que tengo, mi abuela hacía intercambios de semillas, de plantas, papas y también ha sido bonito poder saber de dónde viene el origen de la semilla y también de consumir después las cosechas. Y el compartir semillas es bonito y además una fuente de ingresos sin dinero, porque si yo te doy semilla, tú me das otra que yo no tengo, y si a mí se me perdió esta semilla por decirle tal papá, a mí se me perdió porque le dio el tizón o cualquier otra cosa, pero yo sé que le regalé o le di a alguien, entonces puedo rescatar de nuevo, decir: “ mi vecina tiene lo que se me perdió”.

Aparte de ser bonito, es un tema de supervivencia, porque es tener sus propias semillas y saber lo que va a cultivar y si el otro no tiene, yo tengo de más, también puedo dar. Es un tema que antiguamente se llevaba mucho más que hoy día, pero de a poco se va rescatando esa cultura que estaba perdida. Yo reproduzco todo lo que puedo reproducir de semillas y participo también en algunos intercambios de semillas y reproduzco todo lo que esté a mi alcance.

¿Qué importancia tiene el trabajo de conservación y de intercambio de semillas en el contexto de la sociedad que tenemos actualmente?

Es parte de una cultura que se estaba perdiendo y rescatarla, y ojalá sena muchos que estén en esto. Y la importancia es que yo también me aseguro que mi semilla que estoy produciendo es de buena calidad y que me va a producir bien y me va a dar alimento. Hoy día la alimentación en el mundo está con muchos productos químicos que le agregan a la misma semilla, entonces qué mejor que saber de dónde viene y qué tan sana es y que me va a producir para yo alimentarme.

Hoy día deberían ser muchos los que estén en esto y aprender a valorar lo que tenemos, porque a veces no se valora que las semillas son vidas, son milagros, para mí eso es una semilla, porque nos da para nosotros alimentarnos.

Y con la crisis climática que hoy día hay, hay que saber también ir observando y viendo la adaptación de las semillas. Ir viendo los tiempos, hay que observar harto la naturaleza y las plantas, porque las plantas nos transmiten todos los días algo a través de ellas mismas, solo que nosotros tenemos que observarlas, hasta sus cambios que pasan.

¿La producción que usted produce es orgánica? ¿Y esto de los fertilizantes utilizando algas del mar, es un conocimiento nuevo, es un conocimiento heredado?

Hoy día uno dice ya, agricultura orgánica, pero para mí, aunque yo estuve con certificación orgánica, la agricultura orgánica es producir sin utilizar químicos solamente. Pero para mí es mucho más que una producción orgánica, para mí el tema agroecológico es un todo, que estamos incluidos nosotros dentro de este mundo agroecológico, donde están las plantas, donde está todo. Por ahí tengo igual un letrero que dice que “la agroecología es la base de una agricultura sustentable”. Y con el tema de las algas son prácticas que no son de ahora. Antiguamente se usaba mucho más todavía el tema del jardín, los abonos de los corrales y todo eso, sembraban todo lo que eran las papas y trigo y cosas de todo tipo de semillas.

Hoy día quizás también hay algunos preparados que se hacen ya con otras que lo han probado en otros digamos lugares, como ser alguna universidad y ya es como algo más como de laboratorio, pero que se saben las propiedades que tienen. Pero antes se usaban igual, no se sabían, pero como los ancianos, las ancianas sabían mucho, ellos sabían que si poniéndole alga, lo que es las papas a lo que eran los otros cultivos se les iba a dar igual, porque ,está descubierto que son fuente de nitrógeno y que otros producen potasio, que otros dan esto, pero antes no era así.

Pero sí ellos sabían que esa alga iba a producir, que iba a abonar la tierra. Entonces siempre se ha usado las algas, solo que hoy día como les decía, se hace ya con preparado que se le agrega, por decir, ya se le agrega miel, se le agrega yogurt para aumentar y avanzar el proceso de fermentación.

Antiguamente no se hacía eso, pero se colocaba al surco, después se tapaba y se le agregan los otros abonos y después encima se le colocaba otra capa de lo que era por ejemplo la milla o pelillo que le llaman ya, que le ayudaba para el tema de munch, que hoy día se llama munch, pero era como poder ponerle algo para que lo que es digamos maleza no se llene de pasto enseguida el cultivo, entonces le ayudaba para eso, como para bajar el crecimiento del tema del pasto y a la vez también abonaba, largaba todos sus nutrientes esa alga al cultivo. Entonces prestaba como varias funciones que hoy día tienen, dijera otro nombre, ya ha pasado por laboratorio todas las propiedades que tiene cada alga, entonces ya se sabe.

Pero siempre se usó acá en Chiloé el tema de las algas, algas, cochayuyos, sargazos, de todo. Porque si uno se pone a observar, hasta las malezas cumplen una función acá en el suelo, que muchos dicen : “a las malezas”, pero yo lo que veo es que nada está por estar en el suelo o en la vida del suelo, porque todo cumple una función, cada uno, cada planta cumple una función, la misma maleza cumplen función.

Usted es una persona reconocida por su aporte a la conservación y el resguardo de las semillas ¿cómo ha sido esa trayectoria, siempre ha sido valorado o es algo que se está valorando ahora producto de la crisis climática?

Bueno, hay personas que se han valorado, pero a veces no también. Uno aporta su granito de tierra, en este caso, de lo que uno ha aprendido y también entregarle ese conocimiento a los demás. Bueno, se reconozca o no se reconozca, yo siempre sigo haciendo lo que he aprendido, entregarle también a los demás y decir que es posible hacerlo, que si se lo propone lo va a lograr, aunque cueste a veces, pero si se logra.

En este trabajo que usted hace de difusión, de enseñar a otras mujeres o en las escuelas, ¿cómo visualiza usted desde su experiencia el tema de la valoración social de este trabajo, de la conservación de la semilla, de la siembra, de rescatar las prácticas ancestrales de cultivo?

La mayoría de los que son de mi edad por ejemplo, o más de edad, si valoran eso, pero no así algunos que son más jóvenes. A veces como que no lo toman mucho en cuenta, pero es que uno dice y entrega sus conocimientos, ahora si hay veinte y uno lo toma, eso ya es ganar algo, porque uno siempre se pregunta ya ¿y cuando no estemos nosotros quién va a cultivar la tierra? ¿ Quién va a entregar los alimentos a los de la ciudad? Porque la mayoría hoy día no quiere trabajar la tierra, no les llama como la atención de trabajar lo que es la tierra, de sembrar, de producir sus propios alimentos. No está ese tema todavía ¿quizás, por qué? Porque falta algo todavía, falta para mí algo que falte, como “no hay papa y no hay nada de esto, ¿y quién va a producir?” O falta algo que se pase un poco de hambre, entonces yo pienso que ahí todos van a querer producir sus propios alimentos, porque como ahora está todo, van al supermercado encuentran papas igual, por decir, tomemos la papa que no es igual que la que uno cultiva, pero está. Entonces muchos creen que algunas cosas, o sea son sólo de supermercado, entonces a medida que uno pueda transmitir y muchos lo hagan, puede que este mundo vaya cambiando de a poco. Que igual la pandemia sirvió para mucho, que se pongan a hacer algo de a producir algunas cosas.

Yo lo vi porque regalé algunas semillas por ahí para algunos que quisieron empezar un huerto en su casa. Les decía y les regalé también algo de abono, por último en los cajones, en lo que sea, se pone, si no sé, cilantro, se puede poner en cualquier parte, perejil, todas esas cosas, entonces ya lo tienen, no lo tienen que comprar, lo tienen ahí, lo pueden sembrar. Y claro que algunos lo tomaron y lo están haciendo. Entonces ahí uno dice: “bueno de veinte de tanto que alguno que haga algo”, porque si bien en las mismas casas se produce todo resto de hortalizas que consumen y que lo hagan compost.

¿Usted hace compost con eso?

Si también hacemos compost y el bokashi y todas esas cosas y los otros preparados que hacemos, así que se comparte digamos la todos esos temas.

¿Usted cree que todavía falta que las nuevas generaciones tomen conciencia respecto a la importancia que es producir los propios alimentos?

Sí, todavía falta que tomen conciencia y que se den la voluntad de poder salir a conocer, a ver cómo se hace, porque hay muchos que no tienen ni idea cómo se siembra una papa, como se saca, como que los procesos que tiene que llevar una papa hasta obtener muchas papas. Entonces falta todavía mucho. Hoy día como existe la tecnología, están metidos más en la tecnología que en la realidad a veces, entonces, falta eso de que se motiven para poder que le llame la atención el campo, acá es un trabajo que hay que hacer de muchos, para poder que la juventud y sobre todo los niños empiecen como ya a tomar un poco más de conciencia y que vean de dónde salen los alimentos, donde se producen, cómo se hacen.

Y cómo nos alimentamos mejor también.

Sí, porque hoy día quizás sí hay grandes producciones, pero todo el paquete tecnológico y cosas químicos que le colocan que al final hoy día se ve reflejado en el tema de las enfermedades.

¿Qué semillas tiene usted?

Bueno yo siembro, reproduzco varios tipos de semillas, tanto para sembrar como para también compartir o hasta para vender, a veces me compran, bueno se vende igual con lo mismo uno hace otras cosas.

Así que bueno, tengo todo lo que es semilla de la quinoa chilota, que es la misma que lo estuvimos rescatando hoy día también ya estamos reproduciendo más, ya más de 25 años que la empecé a reproducir esa. Bueno todo lo que tiene que ver con algunos tipos de arvejas, de arveja antigua es igual al rescate, igual lo estoy multiplicando.

Después el maíz chilote también igual es para el rescate, las habas de colores, porque esas habas de colores tengo un color burdeo y azul, bueno y las típicas, las blancas y las verdes.

Bueno esto es lo que tiene que ver con diferentes lechugas, semillas lechuga, acelgas de colores, no son típicas de acá pero son introducidas, pero se dan muy bien las acelgas de colores. Y bueno los otros tipos de las quinoas también, la blanca, la otra quinoa negra y eso. Y bueno las papas nativas que acá en Chiloé, Chiloé centro de origen de papa nativa, es un gran título que tiene Chiloé. Mire acá el CET que es el Centro de Centro de Educación y Tecnología de Chonchi tienen 300 variedades, pero había muchas más que después se fue perdiendo por lo mismo, porque si no se cultivaba, no que se perdió esta porque le dio el tizón y que si no la tenía el otro se perdió nomás, es que aquí había muchas variedades de papas nativas. Bueno, ellos están con el banco de semillas que lo han rescatado, lo siguen reproduciendo. Entonces a veces también, si yo quiero tener una variedad, yo también puedo ir a sacar, a buscar allá, no sé, por 1 kg o 2 kg y después lo devuelvo.

¿Es un banco que presta semillas?

Ellos prestan semillas también es un gran trabajo, porque ellos han trabajado con agricultores, sobre todo con las agricultoras, porque como digamos, nosotros somos madres, es como que nosotros cuidamos a los hijos, y quién mejor que cuida a los hijos que es la mamá.

Entonces las papas nativas es como lo mismo que la mayoría de las mujeres somos las que cuidamos las papas, entonces nosotros, todas las mujeres que teníamos papas, aportamos ese banco de semillas que tiene el CET. Entonces ahí esas 300 variedades yo creo que tienen un poco más todavía, pero así con el nombre son como 300.

¿Porotos también?

Porotos, el pallar, no, bueno, poroto que tiene diferentes colores, bueno, uno rescata otros porotos.

Y legumbres, porque después de la pandemia quedó en evidencia que había muy baja producción de legumbres en Chile ¿Acá se cultivan legumbres?

Bueno, sí, arveja, habas, todo lo que tiene que ver eso. Y porotos, bueno, como le decía, los pallares porque son los más firmes para el tema de las heladas igual, porque acá nosotros los porotos lo ponemos después del 1 de noviembre para evitar el tema de las heladas, así que no se da muy bien.

¿Y las fechas de siembra que se consideran acá para las siembras son aquellas heredadas?

Bueno, la mayoría, porque como decía mi abuela, decía mira, siempre lo que produce abajo, sea la betarraga, las papas, las zanahorias, todo lo que produce abajo después de la luna llena, tres días después fue la luna llena, 3 días después cuenta y de ahí se pone todo lo que va abajo. Después el tema de la creciente se deja pasar igual, un día después se pone un tema, lo que tiene que va arriba, las arvejas, las habas, los porotos. Bueno, es un conocimiento ancestral que hoy día le dicen bueno, este es el sistema biodinámico.

Claro, entonces bueno, hasta para cortar la madera, si usted va a construir acá se usa también en el sistema lunar, que en tal luna se corta la madera, porque si se corta en luna mala, dicen ah no, si después se vuelve fibrosa y se parte, no cae bien en los palos. Entonces todo es un sistema pues. Entonces bueno, uno a veces conversando con alguien que ya están dedicado a la agricultura biodinámica, una vez conversando con alguien experto en esto, entonces yo le dije bueno, pero viéndolo eso que hoy día ese término biodinámico, nosotros igual lo estamos utilizando allá, pero no sabemos que estamos utilizando lo que es biodinámico. Bueno, el sistema lunar para todo esto, el tema del sol y así, entonces es como que se lleva todo, pero a veces uno no lo sabe que lo está haciendo.

Y la agricultura orgánica, yo le decía igual, la agricultura orgánica en Chiloé siempre se ha llevado, sobre todo en los campos, pero nadie sabía que era agricultura orgánica, sino siempre se llamaba agricultura natural. Pero hoy día, le decía yo, tiene nombre y apellido: agricultura orgánica, pero acá siempre se ha hecho eso así.

¿Yo quería preguntarle por sus apellidos, qué significan, Guineo, Colguen?

Yo sé que o sea, mi apellido, el primero me dijeron que significaba garra de gato montés, y el segundo sí que no lo sé.

¿Usted se reconoce como mapuche williche?

Bueno, yo por lo hablante que mi abuela era, yo creo que sería williche. Como acá fuimos el último reducto español, todos estaban oprimidos porque nadie podía decir “no, si yo soy, soy indígena. Entonces y además que como a todos los trataban así, entonces todo era como nadie decía nada, ni hablaban ni la lengua, por el temor que existía en esos años y años atrás que pasaron. Entonces igual hoy día se está recuperando parte de la lengua, que yo a veces veo como una mezcla ahí también.

Entonces pero de lo más ancianos que están, antes que se vayan, están sacándole la información, porque como les decía, mi abuela decía bueno, todos oprimidos porque no se podía decir esto, no se podía decir lo otro, porque si no eran castigados y no cualquier castigo. Entonces igual fue bien duro y fue bien fome esa parte de los indígenas sobre todo que vivieron acá,. Cuando se juntaban entre ellos era así como que ahí tenían la oportunidad de hablar, de conversar los temas, sino no se podía. Bien duro fue.

Entonces por eso también hubo también mucha gente que hasta el día de hoy yo lo conozco y mi abuela decía “mira, esas personas, sus padres no eran de ese apellido, sino se colocaron para poder estar dentro de y congeniar, como le decía, dentro de los españoles que vivieron acá, estuvieron acá, entonces ellos se cambiaron de apellido, porque su apellido verdadero era indígena, no era ese apellido”. Entonces igual, ella decía “mira, si te das cuenta el apellido que tienen ellos, y ellos se pusieron el mismo apellido, ellos son blancos y ellos son más casi de color, ¿ve que hay una diferencia?” Y decía “y varios lo hicieron igual así, para no tener problemas y cosas así. Entonces como que negaron también lo que, lo que de sus raíces”. Hoy día, bueno, uno ve los descendientes que quedan de ellos, y ellos fueron indígenas y por quizás no ser como los demás se cambiaron de apellido.

¿Y actualmente su comunidad está realizando prácticas de recuperación de por ejemplo el hullichesungún o realizar ceremonias y buscar ese lado ancestral?

Si, hemos estado con la comunidad rescatando cosas y bueno hay también maestras que ya tienen sus años que están entregando esos conocimientos también para que no se pierdan. Entonces ahí, de a poco con la comunidad igual hemos ido rescatando también y haciendo ceremonias que justo mañana hay la Ceremonia del Día de la Tierra, como es el lunes pero lo van a hacer mañana igual, se van a juntar como varias comunidades para celebrar el Día de la Tierra y hacer ceremonia y hacer algo. El Día del Agua también se celebra, se hace también se hacen digamos algunas rogativas para agradecer primero que nada, porque primero hay que agradecer por lo que se tiene y lo que se tiene que no se pierda, que siga ahí y que esté para todos disponible. Por ejemplo el agua que sea para todos, no para unos cuántos y la tierra misma que nos entregue los alimentos y que ojalá no le falta a nadie los alimentos.

Entonces mañana se va a celebrar en una comunidad aquí quedan como 30 km, van tres o cuatro de cada comunidad indígena, se juntan, lo hacen en varios lugares porque acá la comuna de Ancud, hasta el año pasado tenía 92 comunidades indígenas, lo que no es menor porque Ancud y Quellón son las comunas que tienen más comunidades indígenas. Se hacen ceremonias para celebrar ya sea del agua, la tierra y el año nuevo, el 23 de junio ahí se hace en dos lugares, se juntan porque, por las distancias…También ese día se amanece, se hacen las distintas ceremonias por las horas.

Hoy día veo que se está tomando más interés y sobre todo nosotros que ya tenemos nuestros años, pero también estamos tratando de involucrar a los hijos para que participen en las comunidades, para que no se vaya perdiendo lo que lo que ya está recuperándose, no se vuelva a perder, para que lo sigan después los demás. Y recuperando también el tema de las mingas, eso viene de ancestralmente, pero mingas de verdad. Porque a veces hacen minga pero para tema comercial, tratando de que venga la tele.

Respecto al territorio, ¿usted identifica algunas problemáticas?

Acá hay hartas problemáticas, pero dijera se va visualizando cual es más importante que la otra. Estaba el tema de la doble vía que quieren hacer, ese igual ha sido un tema que ahí el MOP (Ministerio de Obras Públicas) tuvo varias reuniones con las comunidades indígenas. Hay comunidades indígenas que están por la parte cultural más que la parte monetaria, a veces las otras comunidades que están de principio han visto más esta parte monetaria que la parte cultural, entonces igual ha sido un tema de conflicto a veces y los que van por la parte monetaria, usted sabe que es grande el que tiene, va a poder convencerlo ya, “ venga una cantidad por acá y nosotros firmamos porque esto”. Eso igual ha pasado, quizás está el proyecto de la doble vía, pero nosotros decimos “bueno no se arregla lo que está y van a hacer doble vía” y después supuestamente empezaron en el 2027 a hacer el tema de la doble vía de Chacao hasta Chonchi, era una primera parte pero después no, que iba a ser el año 2047.

Entonces ahí hay un tema para nosotros, bueno que ojalá siga lo que está, pero que se mejore lo que lo que hay. Y bueno no sé qué pasará. Igual están con el tema esto de la luz, porque si bien Chiloé tiene temas de la luz, que pasa una empresa ahí igual convencidos unas comunidades indígenas donde ha pasado el tema este, hay remuneraciones que van y bueno ahí se están metiendo otras comunidades porque estos quieren hacer otro lugar donde siga la red, entonces ahí no sé, al final a veces cada de cada comunidad, su tema.Por acá, por este lado eso no pasa, pero hay que apoyar a los demás, viendo nuestra visión, porque temas digamos que hay, digamos en la Viña del Señor hay de todo…unos están por la parte monetaria y no por la parte cultural y entonces se aprovecha esa parte. Pero nosotros por lo menos vamos por el tema cultural y el rescate, estamos en esos temas, bueno y apoyando dentro de todo lo que nosotros podemos como comunidad indígena también. Y conservar, en eso igual estamos, en apoyar esas partes de los lugares para conservar, ya sea los bosques nativos, los mismos ríos, el tema del agua, que incluso nosotros como comunidad tenemos media hectárea de terreno que nos regaló un vecino a la comunidad, y dentro de ahí hay una vertiente. Esto también lo estamos solicitando legalmente a la Dirección de Aguas para que quede para nosotros, lo solicitado por la comunidad. Y así apoyando a los otros comuneros para que igual tengan agua, que también hicieron ya el trámite para guardar, porque se dice que algún día la guerra va a ser por el agua, entonces, que no le falte a nadie, pero que todos tengan y que todos la cuiden, eso sería lo ideal. Porque sin agua no, no hay vida, no hay alimento y no hay nada. Y peleando contra el pompón, que lo están sacando también, porque ellos son los colchones de agua que tiene la isla.

Entonces ha sido un gran tema la cosecha de pompón, que lo siguen sacando, y en el Congreso la ley que salió, dice que sigan sacando nomás. Y aunque se pusieron recursos de amparo, al final no fueron tomados en cuenta.

¿Para qué se utiliza el pompón?

Bueno, científicamente el Sphangnum, es lo que absorbe el agua en las partes donde hay ciénagos, es como una esponjita que están en el suelo, y después de eso viene la turba, que son los suelos milenarios que están ahí, está todo retenido ahí, en las aguas. Y Chiloé es eso lo que tiene, los colchones de agua son el pompón, porque no tiene deshielos, no tiene cordillera, se debe a eso. Entonces si lo están sacando, cosechando y lo llevan para afuera, todo lo exportan, entonces es un problema el tema del agua. Y la ley está y ahora se juntaron varias organizaciones para poder ver ese tema del pompón y ponerle un atajo a eso, hasta el Congreso se ha llegado con el tema, pero dicen “no”, mandaron una respuesta de que no se puede ya, porque si no, quedaría mucha gente sin trabajo.

Pero resulta que si yo no tengo pompón, veré cómo me la voy a arreglar, porque existen muchos temas que se pueden hacer de trabajo y conseguir el sustento, no solamente a eso, porque como toda cosa, si hay algo que le da dinero es que lo sacan y lo sacan y agotan el recurso y después, bueno, se terminó. Eso no debería pasar, pero está pasando, porque el pompón que salen de acá lo llevan a China, ahí se exporta y después, sacan turba , que en mi sector donde yo vivía hay una turbera. Solicitaron ellos al Estado un mineral, porque después del subsuelo ya no es mi terreno, después el subsuelo ya es un mineral, pasa a ser si hay algo ahí. Y yo no soy dueño de eso, sino el Estado. En esa parte, de mi sector habían 50 hectáreas fiscales, nadie sabía que lo eran, porque había una persona que colindaba con esos campos, entonces, todos pensaban que era dueño y no era así. Entonces hubo alguien que solicitó 25 hectáreas, lo compró al Estado como mineral. Ahí empezaron, porque el pompón está como que es un mineral. Sacaron eso, después sacaron la turba, la siguen sacando.

La comunidad indígena del sector puso un recurso de amparo por el tema de que sacaban en camión y carro para la turba que la llevan para afuera, porque es una de las mejores turbas que existe en ese lugar, porque son suelos milenarios, que están cerca de un río, pasa un río bien profundo, grande, entonces está el río que pasa ahí. Entonces le sacaron todo el pompón ya y ahora están con la turba, sacan camiones, carros, con todo, y todo eso va para afuera. Se están llevando a todo eso, pero no se puede hacer nada, porque según, solo pueden parar que entre que saquen tres camiones con carro a la semana, que saquen dos. Entonces ahí la comunidad está con el tema, y solicitaron parte del río para protegerlo.

De esas 50 hectáreas que estaban ahí, las pidió en particular y se quedó con esa tierra?

Si, y ahí sacó todo lo que es el pompón y después sigue sacando la turba.

¿Y la turba qué es?

Es una tierra muy negra, muy rica, muy esponjosa, retiene el agua. ¿Entonces para qué lo llevan para afuera? Porque lo venden donde hay arándanos, porque el arándano por ejemplo, necesita agua y esa turba retiene el agua, es como una esponja que absorbe el agua. Entonces con poca agua tienen espesor para los grandes cultivos afuera. Y bueno, yo creo que hasta la exportan. Así que son suelos, pero riquísimos. Ahora le exigieron, porque si no queda nada, el río va a venir, y se va a llenar de agua. Les dijeron que tienen que plantar, pusieron no sé qué cantidades, no sé cuántas hectáreas de arándanos, pero así unos arándanos de grandes que con esa tierra rica que tiene. Entonces uno dice no necesitan agua, no necesitan nada, los minerales, está todo ahí, lo que necesita la planta y produce cantidad.

A raíz del trabajo que usted realiza, ¿cuál sería el mensaje, enseñanza a las mujeres Mapuche?, ¿alguna reflexión para la pu lagmien, pichikeche?

Decirles que todos somos importantes, que a veces una más que otra se siente a veces, no orgullosa de lo que es, pero yo siempre les digo “sintámonos orgullosas de lo que somos, todas somos únicas y todos tenemos tremendos potenciales que a veces no los hemos descubierto”. Que se atrevan a descubrir lo que llevan dentro, porque somos mujeres y somos grandes. Tenemos que creernos el cuento que sí lo somos y de verdad que lo somos. Nosotros las mujeres las llevamos en todas las cosas, aunque a veces no se reconozca o no se quiera reconocer, pero así es. Yo he observado todo eso, que sin nosotras las mujeres, si no están la mujer, siempre falta algo. Así es que eso, mi mensaje es atreverse nomás, y que somos únicas, que somos importantes en esta vida que se lleva hoy día. Y a transmitir lo que tenemos y dejarle a los demás nuestros conocimientos para que no se pierda y esto siga.

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